Después de la muerte

Mafer Menag
2 min readMar 22, 2017

Hace un par de días acudí a una entrevista de trabajo para ingresar a una gran empresa en la Ciudad de México.

En mi currículum vitae el director leyó “Exposición de la muerte” e inmediatamente quitó sus lentes de sobre sus orejas y me miró con cierta inconsistencia.

¿Qué piensas que hay después de la muerte?

No pude más que mostrar una sonrisa cómplice, la muerte son estos nervios que se desprendieron en mi cabeza de su curiosidad en una entrevista de trabajo, pensé.

Después de la muerte hay vida. Solté la sentencia, el director me miró asombrado.

¿Tú crees?

, temí meter temas religiosos en la conversación, por algo nos dicen mochos. Es decir, quiero pensar que hay vida después de esta, es lo que creo…

No creas que esta es una pregunta capciosa, contestó relajando su postura, colocó sus lentes de nuevo en su lugar. Ayer por la mañana le negué el permiso a mi hija más chica de ir a una fiesta, entre la rabieta me pidió que comprendiera que era la última fiesta que podría vivir su amiga. El cáncer la había dejado sin alternativa más que pedir sus últimos deseos y que estos fueran concedidos. Obviamente la dejé ir después de eso.

Me quedé callada, sentí cómo mi boca se vino abajo.

¿No tienes miedo de morir, Fernanda?

Sonreí, la respuesta me vino de entre un cajón suicida que siempre guardo muy bien: no.

¿En serio?

Contesté juntando mis manos preparando mi discurso. En alguna ocasión pensé que si muero cualquier día de estos podré estar tranquila, quizá no he hecho mucho, tal vez me falta mucho por hacer y, bueno ¡quiero hacer muchas cosas más! pero lo que he realizado a mi tiempo me ha hecho feliz, me ha hecho ser quien soy y me caigo bastante bien. Me di cuenta de lo vanidosa que soy, quería preguntar su sentir, él sólo sonrió.

¿Entonces estás convencida de que existe una vida después de la vida? Asentí.

Quiero creer que sí.

Bajó los papeles a la mesa. Alguna vez leí a un filósofo que decía que la vida y la muerte se viven cada día en nuestro día a día, que no hay nada más allá de esta vida. ¿Tú qué crees?

Pues sí, no lo iba a contradecir, pero soy una idealista y creo que cada vez que las personas nos piensan o nos nombran, nos dan vida, podemos vivir eternamente de alguna manera o acabar después de un pensamiento… Creo que moví demasiado las manos, me emocioné.

Qué interesante pensamiento. Tomó los papeles.

¿Entonces estudiaste artes?

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